El empresario detrás del hackeo a Mendoza Today, el regreso del gran “cuevero”, y más corrupción en Guaymallén
El empresario mendocino leyó la nota en Diario Mendoza Today y tragó saliva. Inmediatamente ordenó parar con sus actividades paralelas, aquellas que sabe motorizar de manera ilegal. Principalmente la mesa de dinero y el manejo de prostitutas en sus hoteles.
Acto seguido, intentó un acercamiento con este periodista, a través de otro conocido empresario. “Tendrías que juntarte con Julio”, le dijo el intermediario a quien escribe estas líneas.
La respuesta no fue la que esperaba: “No, gracias. ¿Para qué me voy a juntar, si lo que publiqué es real en un 100%? Aparte ya hice 4 denuncias con todo ese material”, expresó este cronista.
El empresario hotelero entendió la indirecta y pasó al “plan B”: contrató a un hacker, El mejor. “El Chileno”, como saben llamarlo. Un tipo que hace ataques informáticos a pedido del poder político.
Su trabajo fue preciso y eficiente: dejó a Mendoza Today fuera de línea durante varios días. Obligó a contratar a expertos en ciberseguridad, media docena de ellos, para encontrar el problema y resolverlo. Y bloquear otros posibles ataques. Fue un trabajo oneroso, carísimo, sobre todo para un medio como este, que carece de “espalda” financiera.
Luego llegó el momento de investigar a los que impulsaron la movida de marras, el autor intelectual y el autor material. Costó, pero se logró, gracias a dos personas que se “quebraron” y contaron toda la verdad. Aportaron mucho, incluso mensajes de Whatsapp que demostraban sus dichos. Ello se aportará a la Justicia como prueba de una nueva denuncia, que se sumará a las cuatro que ya se efectuaron.
Aquellas presentaciones fueron contra el hotelero-cuevero, Julio C., quien, como se reveló en estas mismas páginas, lava y fuga dinero para reputados empresarios y políticos de la provincia. Delitos de alto vuelo. A nivel local, ya hubo presiones al fiscal que investiga la causa.
No obstante, la causa que se sustancia en Buenos Aires, será imposible de frenar o moderar. Aún cuando el empresario contrató al siempre cuestionado Fernando Burlando. Experto en buscar “nulidades” para voltear causas judiciales.
Lo curioso del caso es que todos conocen las trapisondas del empresario hotelero, pero nadie se anima a hablar de ellas. Ni siquiera los “grandes” medios de la provincia, acaso porque sus dueños utilizan los servicios ilícitos de este personaje.
Nada que deba sorprender: los ostentosos medios mendocinos saben callar la ostensible corrupción merced al dinero que cobran para hacerlo. Uno de los principales botones de muestra es Guaymallén, donde el choreo es superlativo, a niveles pocas veces vistos.
Pero, como se dijo, la pauta oficial calla todas las conciencias. Y Guaymallén aporta paladas de dinero para que nada se diga. Los Andes, Mendoza Post, MDZ, Memo-lotudo, Diario UNO, El Sol, Sitio Andino… todos son cómplices del latrocinio de Marcos Calvente.
La dueña de la chequera guaymallina es Melisa Villarroel, ex colega de MDZ, quien ha conseguido un enorme poder dentro de la comuna en muy poco tiempo. Le esperan grandes problemas el día que se haga una auditoría, no sólo sobre el manejo de los fondos que maneja, sino también sobre sus propios viáticos, millonarios.
Otra que tendrá serios problemas es Cecilia Abate, directora de Compras y Suministros de la comuna, a la sazón encargada del área de las licitaciones de obras. Cuando se audite a las empresas Maldonado y Malentachi deberá dar serias explicaciones. Al igual que Villarroel, Abate es una persona muy cercana al “Don Juan” Calvente.
Es bien cierto que la corrupción allí no es nueva ni novedosa, viene de la época del peronista Luis Lobos y de su continuador, el radical Marcelino Iglesias. Pero ahora los desaguisados se han desatado por completo. Como sabe decir una ley de la física, “nada se pierde, todo se transforma”.
Es una máxima que bien puede aplicarse a lo ocurrido con las cuevas “truchas” que supieron pulular por el centro mendocino, muchas de las cuales fueron cerradas tras puntuales señalamientos de este diario.
Tal el caso de las Stefano Cannella, donde el tristemente célebre Nicolás Bazan hizo estragos. Allí, no sólo se comercializaban divisas de manera ilegal, sino que también se vendían estupefacientes. Tras un aparatoso procedimiento, el sistema quedó desactivado. Por un tiempo.
En la actualidad, todo ha vuelto a la “normalidad”. El propio Bazán, testaferro del dueño del medio más leído de Mendoza, maneja un lugar de bebidas que se llama “Entre Montañas”, en calle Catamarca, que oficia de tapadera para actividades ilícitas. Está justo al lado de dónde supo tener el bar “La Rosa”, justo donde lo atraparon en su momento. Ironías de la vida.
Finalmente, mencionar dos cuestiones, nada menores: la primera refiere a una convocatoria que están haciendo productores del Este mendocino para concurrir el próximo martes a Casa de Gobierno de la provincia para exigir la continuidad de la lucha antigranizo. De paso, pedirán la continuidad del IDR, que persista el seguro agrícola y que se elimine el nuevo código de agua.
La segunda novedad es más inquietante: se relaciona a una explosiva novedad judicial que se dará esta misma semana respecto de la expropiación de Penitentes. Mala nueva para el gobierno de Alfredo Cornejo.